miércoles, 27 de junio de 2012

MONTADITO DE SOLOMILLO CON CÚPULA DE MELOCOTÓN


“Aquí te pincho, aquí te papo”. Eso fue lo que les dijimos mi bien amada Susana y yo a los montaditos que acababa de prepararle de cena, así, como quien no quiere la cosa, de sorpresilla. ¡Y vaya si la sorprendí, pues no quedó ni una de las ocho que preparé!

¿Queréis saber el qué y el cómo? Pues, allá va.
Foto: Fran Chef
INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Un bote de melocotones en almíbar (alrededor de 8 mitades)  /   Medio solomillo de cerdo   /   Una barra de pan (de la que compréis habitualmente)   /   Una cebolla o cebolla y media (dependiendo del tamaño)   /    100 ó 150 g. de queso en lonchas   /   Sal  /   Palillos (la madera, da igual)

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Cortamos la barra de pan en rebanadas de 6 cm de ancho y éstas a la mitad. Si queremos podemos tostarlas un casi nada en la sartén o en una plancha.

Abrimos la lata de melocotones y escurrimos los mismos en un colador o escurridor; que suelten lo máximo posible de almíbar. Los dejamos escurriendo. Mientras, pelamos la cebolla, la cortamos en juliana y la introducimos en un cazo, preferentemente de acero inoxidable. Pochamos la cebolla a fuego lento, revolviéndola constantemente para evitar que se queme al tiempo que conseguimos que se vaya dorando y caramelizando. Si queremos, podemos añadirle una cucharilla de azúcar. Una vez que la tengamos caramelizada, reservamos.

El medio solomillo lo tendremos cortado en rodajas de 1 o 2 cm, al gusto. En una sartén o plancha antiadherente las pasamos vuelta y vuelta. A medida que las retiramos les vamos echando sal gorda o sal maldon. Reservamos.

Foto: Fran Chef
Ya tenemos todo listo para el montaje previo a su paso por el horno para gratinar.

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

Ponemos como base una porción de pan y sobre ella una o dos lonchas de solomillo. Cogemos un medio melocotón y lo rellenamos de cebolla caramelizada en su parte cóncava; la ponemos sobre el solomillo y sujetamos todo con un palillo. Encima colocamos medias lonchas de queso dobladas e introducimos al horno para gratinar. Para no correr el riesgo de que las puntas de los palillos se ennegrezcan, las tapamos con papel de aluminio. Cuando veamos que el queso se ha fundido, retiramos del horno.

¡Cómo nos hemos puesto Susana y yo!
¡Ñam, ñam!

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