martes, 10 de julio de 2012

ROLLO DE JAMÓN Y QUESO


Foto: Fran Chef
Me gustan mucho los brazos de gitano, en especial los que hace nuestra tía Gloria. ¡Riquísimos! Sin embargo, últimamente he llegado a descubrir que no solamente puedo disfrutarlos dulces, exclusivamente para postre, sino que también puedo hacerlo si son, no tan dulces, para tapeo o como aperitivo.

¿Lo vemos?

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Rebanadas de mal de molde sin corteza   /   Jamón cocido   /   Queso fresco   /   Queso en lonchas   /     Pimientos rojos asados    /   Pepinillos  

Nos hace falta, también, papel de aluminio y un rodillo de madera

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Sobre una base de papel de aluminio colocamos ligeramente superpuestas dos hileras de rebanadas de pan, creando una base rectangular. Para que se fusionen todas las piezas en una sola, les pasamos el rodillo.

Sobre la base de pan iremos untando una ligera cantidad de queso fresco que nos ayudará para fijar los ingredientes del relleno (a quienes os guste más la mantequilla, ya sabéis). Comenzamos colocando varias lonchas de jamón cocido, de manera que cubramos toda la superficie excepto los lados cortos y uno de los lados largos, en los que dejaremos el margen sin cubrir. Lo haremos así, para que lo ingredientes del relleno no sobresalgan en demasía.

A continuación colocamos varias lonchas de queso, los pimientos rojos asados (sin pepitas) y una hilera de pepinillos sobre la base de pan.

El siguiente paso es el más complicado, pero si tenéis paciencia y un poco de maña no tendréis problema. Aprovechando el papel de aluminio, del que iremos tirando hacia nosotros lentamente, comenzamos a enrollar hasta llegar al final. Envolvemos todo con el papel de aluminio, hacemos un caramelo gigante compactándolo lo máximo posible pero sin romperlo y ¡al frigorífico, un par de horas mínimo!

Foto: Fran Chef

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

Tras el tiempo de reposo, desembalamos el rollo, le cortamos los extremos que no lucen mucho y además están menos rellenos, y procedemos al rebanado en distintas porciones.

Yo he optado por cortar todo el rollo y disponerlo en una fuente larga dejando caer unas porciones sobre otras en un claro efecto de dominó.

¿Qué os parece? ¿Os entra por el ojillo o no? A mí, sí… ¡y por la boca también!

¡Ñam, ñam!

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