viernes, 17 de agosto de 2012

ENSALADA DE ARROZ


Foto: Fran Chef
Hoy tengo un día ajetreado y por ello he decido dejar la comida hecha por la mañana temprano. ¿Qué hacer? 
Pues, ya está, una ensalada de arroz, para que cuando llegue la hora de la comida tomarla bien fresquita, acompañada de un buen vino albariño de cosecha casera, y cuando dígo casera, es 'de cosecha propia'. Sólo tengo que ponerme a picar vegetales y poco más. ¿Queréis seguir los pasos que voy a llevar a cabo? Pues, ¡venga!

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Arroz bomba    /   4 zanahorias    /  Una taza de guisantes    /   Media cebolla   /  Queso curado de vaca  (Pan de Santo, de Cuntis)   /   Medio pimiento rojo   /   Un calabacín pequeño  /  Un lata de maíz   /    Atún en conserva (yo os recomiendo la marca 'Dardo', pues tiene una pinta muy buena)    /    Agua    /    Sal     /    Aceite de oliva virgen extra    /   Vinagre de Jérez   

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Comenzaremos colocando al fuego una olla con un poco más de medio litro de agua y un puñado de sal. Mientras tanto, pelamos y lavamos la media cebolla y las 4 zanahorias. Picamos todo en daditos que no superen los 3 milímetros -'chas-chas-chas'- y cuidado con los deditos. Los ingredientes que vayamos picando los iremos echando en un bol bastante hondo, que será donde llevemos a cabo la mezcla definitiva, así como el oportuno aliño.

Cuando el agua rompa a hervir, le añadiremos el arroz  (cuatro buenos puñados) y los guisantes. Mientras, seguimos picando ingredientes como son el calabacín y el medio pimiento rojo, previamente lavados, y el queso Pan de Santo  (del mismo tamaño que las zanahorias y la cebolla). Vertemos todo picadito dentro del bol.

En escasos 10 minutos ya tendremos el arroz y los guisantes cocidos. Así que, los echaremos en un colador o escurridor, para luego rociar con agua para que enfríe.

Mientras dejamos que escurran el arroz y los guisantes, añadimos al bol, el maíz y el atún desmenuzado. Será entonces cuando, bien escurridos, añadimos también el arroz y los guisantes. Antes de revolverlo todo para que se mezclen bien los ingredientes, rociamos con aceite de oliva virgen extra y con vinagre de Jérez. Cuando lo tengamos todo bien revuelto, tapamos el bol y los introducimos en el frigorífico. Cuando llegue la hora de comer, estará bien fresquita esta ensalada.

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

En pequeños boles o cuencos individuales, servimos nuestra ración de ensalada de arroz bien fresquita. Yo, que hoy me pide el cuerpo una bebida refrescante a juego con la ensalada, he optado por acompañarla con una copa de albariño de cosecha propia, de Ribadumia, municipio colindante con Cambados, la cuna del oro líquido gallego.

Nos os digo más que:

¡Ñam, ñam!

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