viernes, 22 de marzo de 2013

ACARAMELADO PASTEL DE ALMENDRAS


Fotos: Fran Chef
El otro día nos invitaron a una cena-churrascada nuestros vecinos de un lugar llamado La Cubela. Nos juntamos Susana, José Antonio, Virginia, Victoria, Mateo y yo con los anfitriones Anselmo, Isabel, Carlos y Óscar. Sobra decir que lo pasamos fantásticamente bien y comimos rico, rico. Como no podía evitar ir con las manos vacías, decidí preparar este pastel de almendras, del que me traje luego un pedacito para casa. Aquí os dejo la receta. ¡Gracias, vecinos!

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

250 gr. de almendra   /   100 gr. de azúcar    /   1 vaso de leche desnatada    /   25 galletas tipo María   /   7 huevos   /   Mantequilla    /   Caramelo líquido

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Precalentamos el horno por arriba y por abajo a 160 º (opción “pastel”).

Separamos las yemas y las claras para cuencos distintos. Las claras las montamos a punto de nieve y reservamos. A las yemas les añadimos el azúcar, las almendras previamente molidas (en una trituradora o molinillo), la leche (si vemos que necesita más, añadiremos un buen chorro) y las galletas troceadas a mano. Lo trituramos todo con la batidora de mano y agregamos las claras a punto de nieve, mezclando todo con unas varillas y con movimientos envolventes para evitar que las claras se nos bajen.

Untamos un molde o flanera (yo he utilizado un molde alto y alargado, como el que se utiliza para los ‘cake’) con mantequilla y le echamos un bueno chorro por las paredes de caramelo líquido (si no tenemos, lo preparamos en un cazo con azúcar y unas gotas de agua). Vertemos la masa en el molde y cocemos en el horno, dentro de una bandeja honda con agua, al baño María, durante una hora. Cuando esté listo, retiramos y dejamo enfriar. Cuando haya enfriado, lo introduciremos en la nevera durante unas horas. Cuanto más tiempo esté en la nevera, mejor. Os tengo que comentar que durante los dos o tres días siguientes a su elaboración, está cada vez más rico.

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

Servimos una buena rodaja acompañada de helado o, como hice yo, careciendo de helado, con un poco de yogur griego. Regamos y adornamos con unos hilos de caramelo líquido. El pastel tendrá un consistencia compacta, pero si no queremos que nos quede tan tieso, sino más parecido a un flan, deberemos doblar la cantidad de leche. Como lleva almendras es un postre que sacia bastante, por eso no debemos abusar y sí hacerlo durar, pues como os dije está cada vez más rico según pasan los días.


¡Ñam, ñam!

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