martes, 2 de abril de 2013

PECHUGA DE POLLO AL LIMÓN CON MANZANA Y VERDURAS

Hoy ha sido un día de experimentar en la cocina. Entre la materia prima de la que disponía –dos pechugas de pollo-, las combinaciones que se me ocurrían y la decisión de poner en práctica varias de ellas, ha salido un plato ciertamente curioso, a la par que sabroso y de diferentes matices para el gusto. ¿Queréis que os lo cuente? ¡Avanti!
 
Foto: Fran Chef

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Pechuga de pollo    /   Ajo   /   Sal    /   Cebolla   /   Pimiento rojo   /  Manzanas   /   Zanahorias   /   Vino dulce   /   Perejil   /   Nuez moscada   /   Canela    /   Limón   /   Agua   /   Aceite de oliva virgen extra

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Limpiamos bien las pechugas de pollo (yo he preparado dos, pero podían ser una o más) y las adobamos con un poco de sal, ajo y perejil picado. Para que penetre bien en el pollo, podemos hacerle un par de cortes. Reservamos.

Mientras pelamos la cebolla, cortamos en tiras medio pimiento rojo, pelamos y cortamos en rodajas las zanahorias, descorazonamos, pelamos y cortamos en gajos las manzanas y fileteamos finamente medio limón, ponemos una olla o tartera de acero inoxidable con un chorro de aceite que cubra el fondo, a fuego medio-alto. Cuando esté caliente introducimos las pechugas de pollo con el fin de que se doren bien por todo su contorno. Mientras esto está sucediendo colocamos sobre ellas varias rodajas de limón que le conferirán parte de su sabor.

Cuando las pechugas estén cocinadas por su parte exterior, las retiramos y reservamos. En el mismo aceite que nos ha quedado de “pasar” las pechugas iremos añadiendo la cebolla cortada en juliana, las zanahorias en rodajas y el pimiento rojo. Dejamos que se vayan haciendo un poco las verduras sin que se nos peguen –unos cinco o seis minutos- y, a continuación, introducimos de nuevo las pechugas de pollo, añadiendo la manzana, una rama entera de perejil, un vaso de vino dulce, medio vaso de agua y una pizca de nuez moscada y canela. Dejamos que se vaya cocinando a fuego lento y que vaya reduciendo. Debemos evitar que la manzana se convierta en compota, por lo que cuando veamos que están cocinadas y todavía se mantiene enteras, retiramos del fuego.

Para quienes les guste la carne un poco seca –como es mi caso-, se pueden retirar las pechugas con un poco de jugo a una bandeja y hornear durante unos minutos.

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

Comenzamos sirviendo las verduras con la manzana y sobre ellas colocamos una pechuga que adornaremos con una rodajita de limón y un poco de perejil. La guarnición de verduras y manzana contendrá por el medio las rodajas de limón del principio ya cocinadas, por lo que se producirá un cruce de sabores entre lo dulce y lo amargo que a mí me ha encantado.


¡Ñam, ñam!

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