miércoles, 2 de julio de 2014

MEJILLONES CON GARBANZOS EN SALSA VEGETAL

Foto: Fran Chef
Aunque es verano, las legumbres también se merecen su sitio en nuestros menús. Y si se combinan bien, el resultado puede ser muy sabroso. Es el caso de esta combinación de garbanzos con mejillones que ha resultado ser la delicia del menú de estos primeros días del mes de julio. Ahora os explico como he resuelto el plato, ¡no tengáis tanta prisa!, aunque os puedo comprender perfectamente. ¡Ahí va!
 
INGREDIENTES    /    MATERIA PRIMA
 
Garbanzos cocidos   /   Mejillones   /   Laurel   /   Agua   /   Vino albariño   /   Cebolla    /   Pimiento italiano anaranjado (entre verde y rojo)    /   Ajo    /    Calabacín    /   Albahaca en especia   /   Agua de cocinar los mejillones    /   Sal    /   Cayena en polvo o Salsa Tabasco
 
ELABORACIÓN    /    MANOS A LA OBRA
 
Vamos a comenzar lavando bien los mejillones, quitándoles las barbas y las arenas de sus conchas. A continuación, es el momento de poner a cocer: lo haremos en una olla amplia con el fondo cubierto por un vaso de agua, a lo que añadiremos los mejillones, un par de hojas de laurel y, cuando empiece a hervir, un buen chorro de vino albariño. Tapamos, no del todo, la olla y dejamos que se cocinen durante el tiempo que tarden en abrir sus conchas. Cuando estén ya cocinados, desechamos el agua pero con el fin de reservarla: la colaremos bien hacia un recipiente. Escurrimos bien los mejillones y los desconchamos y reservamos.
 
A continuación es el momento de preparar la salsa. Ponemos a calentar a fuego medio-alto, en una olla o cazuela, un pequeño chorro de aceite (no es necesario que cubra el fondo) y en él pondremos a pochar, por este orden y en intervalos de 3 o 4 minutos, los siguientes ingredientes picados: cebolla, ajo, pimiento, calabacín (las cantidades, a vuestro gusto pero sin pasarse, que exista un equilibrio). Removemos bien con nuestra cuchara de palo, para que no se nos pegue y vamos añadiendo un chorro de vino albariño y también un vaso del agua de cocción de los mejillones. Cuando veamos que el calabacín está cocinado, retiramos un momento del fuego y trituramos todo con la batidora de mano (cuidado, no os salpiquéis, por que quema) y volvemos a poner a fuego medio-bajo.
 
Lavamos bien los garbanzos en agua fría y los incorporamos a la salsa. Mezclamos bien y finalizamos añadiendo los mejillones con un poco de picante (bien cayena en polvo, bien Salsa Tabasco) y un poco de albahaca en especia. Si no os gusta el picante, podéis prescindir de él. Dejamos reposar unos minutos y ¡listo!
 
PRESENTACIÓN     /    PARA LA FOTO
 
En un plato hondo con borde grueso y superficie muy centrada pondremos un par de cucharadas de garbanzos con mejillones, cubiertos por salsa vegetal. Si queremos una buena presentación destacaremos el plato con algún mejillón coronándolo.
 
¡Ñam, ñam!

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