jueves, 9 de octubre de 2014

CALDO DE NABIZAS


Foto: Fran Chef
Estamos ya en otoño y las jornadas de frío comienzan a hacer acto de presencia. Por eso, os traigo aquí una receta tradicional que os servirá para que entréis en calor al mismo tiempo que disfrutáis de uno de los sabores más característicos de la gastronomía rural: el caldo. Aprovechando que mis tíos Manuel y María del Carmen me ha regalado un hermoso ramillete de nabizas, no tuve que pensármelo: "¡Va a ser que hoy toca caldo!". Con paciencia y unos buenos ingredientes, nos ha salido este plato tan rico.

INGREDIENTES      /     MATERIA PRIMA

Agua   /   Panceta   /   Ala o zanco de pollo   /   Zanahoria   /   Patata   /   Nabizas   /   Garbanzos   /   Sal

ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA

Comenzaremos partiendo varios trozos gruesos de panceta y poniéndolos a cocer en una olla alta con agua. Dejaremos que hierva y vaya cogiendo color, durante al menos media hora. Si los garbanzos no están cocidos previamente, los introducimos en una bolsa de tela y ésta a su vez en el agua junto con la panceta. Estaremos atentos a cuando los garbanzos estén blandos para retirarlos y reservar.

Mientras, pelamos varias zanahorias y las cortamos en dos o tres trozos, no más. También mondamos las patatas, las lavamos y las cortamos en dados grandes, reservándolas en agua limpia.

Pasada la media hora, es el momento de incorporar las zanahorias y el pollo. Dejamos que cuezan unos quince o veinte minutos y luego incorporamos las patatas.

Las nabizas las habremos lavado y limpiado quitándoles el exceso de rama y quedándonos con las hojas. Éstas las escaldamos en un poco de agua caliente para asegurarnos de que han soltado toda la tierra que pudiesen tener depositada. Las cortamos por la mitad y reservamos.

Cuando veamos que el pollo se ha cocido, lo retiramos junto con la panceta. Los aprovecharemos para otra receta, como pudieran ser unas lentejas. Será el momento en el que incorporemos las nabizas y los garbanzos que teníamos reservados (un par de puñados). Dejamos que hierva y cuando creamos que las nabizas están a nuestro gusto de cocción (a mí me gustan poco cocidas), apagamos.
 
PRESENTACIÓN      /     PARA LA FOTO
 
En un plato sopero servimos una ración de caldo en el que luzcan todos los ingredientes: el agua del caldo, las nabizas, la patata, la zanahoria y los garbanzos. Lo gestaremos calentito. 
 
¡Ñam, ñam!


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